Las ventas de la compañía alimentaria superarán los 2.200 millones de euros una vez haya consolidado la adquisición de la australiana Sunrice, por lo que todavía debería incrementar su facturación en 1.200 millones en el próximo lustro, hasta alcanzar la pretendida cifra de negocio de 3.400 millones.
Pero ¿cuál es la receta para lograrlo? Actualmente, con su deuda neta a cero, parece que la manera más obvia de despejar esta ecuación es que tire de tarjeta y se lance a efectuar más compras en las próximas fechas. Según fuentes cercanas a la compañía Ebro podría cerrar otras tres adquisiciones antes del término de 2010, lo que le acercaría al objetivo de incrementar la cifra de facturación que se ha reducido considerablemente tras las ventas en los últimos años de Puleva y Azucarera Española.
Álvaro Aristegui, analista de Interdin Bolsa, explica que para que la compañía consiga cubrir ese objetivo "junto al incremento de las ventas tiene que darse un crecimiento orgánico del 3 o el 4%, más nuevas compras". Otras fuentes del mercado manejan unas estimaciones de crecimiento para los próximos años (sin incluir en sus cálculos el impacto de la última adquisición de la compañía) del 3,5% en ventas, con unos márgenes del 5,5%. Y Sabadell le añade un crecimiento "a perpetuidad" del 1,5% desde 2016.
Vender caro, comprar barato
En los últimos años, Ebro ha reorientado su modelo de negocio al adquirir compañías con presencia en los mercados internacionales especializadas en arroz y pasta. La empresa también ha demostrado interés por avanzar posiciones dentro del sector conocido como meal solutions, dedicado a platos preparados.
Los mercados han tenido en cuenta el éxito en la integración de los nuevos negocios, que han aportado valor diferencial a la compañía española, y así lo refleja su valor en bolsa, de 2.400 millones de euros. Los analistas también valoran que Ebro cerrara operaciones a precios razonables, y ahora quiere aprovecharse de una situación propicia para fijarse en otras compañías del sector que estén siendo castigadas por los parqués.
Después de la venta del negocio azucarero en 2009, la alimentaria da el golpe maestro este año al vender su división láctea, Puleva, al grupo francés Lactalis; con esta desinversión consigue saldar la totalidad de sus deudas para 2010. Los mercados han tenido en cuenta el éxito en la integración de los nuevos negocios, que han aportado valor diferencial a la compañía española, y así lo refleja su valor en bolsa, de 2.400 millones de euros. Los analistas también valoran que Ebro cerrara operaciones a precios razonables, y ahora quiere aprovecharse de una situación propicia para fijarse en otras compañías del sector que estén siendo castigadas por los parqués.
Un año muy movido para Ebro
Posteriormente entra la familia March en la compañía a través de Corporación Alba, que adquirió un 5,2% del capital de la alimentaria por 114 millones de euros. El último movimiento ha sido la adquisición de la arrocera australiana Sunrice, que abre a la española la puerta al Pacífico, una de las zonas que considera clave para la expansión de su negocio.
Ebro ha reducido en los últimos años su actividad en el área conjunta de España y Portugal hasta sólo el 8 por ciento de la totalidad de negocio. Además, la compañía ya no piensa en Europa como un mercado estratégico, porque lo ve demasiado maduro y sin tanto potencial como las naciones emergentes. De ahí que la estrategia para los próximos años de la compañía española también estará orientada a reforzar e incrementar su presencia en los mercados de Asia y América.
fuentes: http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/2602155/11/10/Ebro-Foods-prepara-hasta-tres-nuevas-adquisiciones-antes-de-acabar-2010.html
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